Ella era una niña diferente a las otras, sin nadie quien le pusiera limites, con tan solo catorce años, iba a fiestas nocturnas, a veces no dormía en la casa, como se imaginaran los padres unos bestias, no se preocupaban por ella, la niña en vez de recibir cariño, recibía dinero, ¿En que gastaba la plata que los padres le daban a diario? Se preguntaran, pues en Marihuana, ella decía que era su único momento en el que no le afectaba nada, el no recibir amor, el estar sola, o no, pero tener mala junta. Las personas decían que como se crió así, ya no había remedio, hasta ella misma se lo creyó, así que un día decidió irse lejos por un tiempo, a otro país, un lugar lejos de su casa, pero a la vez no para, no arrepentirse y volver.
Él era un niño, o más bien un
hombre, buscaba algo con que jugar, con que divertirse, adoraba las drogas, o más
bien una, la Marihuana, esta historia un poco diferente ya que tenía 18 años,
sabia en que se metía, y, como terminaría, la gente lo apoyaba y aplaudían sus
malas, o buenas decisiones, era inteligente, y capaz de lograrlo todo, un
hombre fuerte, pero se sentía vacío, sentía un vacío que ni la marihuana se lo hacía
olvidar, era un hombre infiel, e infeliz, su novia lo golpeaba, pero era
incapaz de dejarla, se mentía a el mismo el estar enamorado, ¿Cómo curaba sus
heridas?, pues decía que si le causaba daño a su amada, se aliviarían, se
acostaba o besaba a cualquier mujer hermosa que se cruzara en su camino,
mientras más hermosa mejor, no le interesaba nada con alguna mujer fea, tal vez
una simple amistad.
Entonces ellos se encontraron en
su camino, ella actuaba diferente a lo que era ¿Por qué no?, después de todo
nadie sabía quién era, en una fiesta que los amigos de él hacían una vez por
semana, ella lo observaba desde lejos, mientras interactuaba con la gente, pretendía
ser una niña feliz, llena de energía, se ganó el cariño de todos, menos el de él,
ella conoció a una muchacha que al tiempo se volvió una gran amiga, y pues, decidió
mudarse con ella.
Su amiga era algo interesante, tenía
21 años y era la mejor amiga de aquel chico, él iba varias veces a la casa de ella,
tomaban mates, miraban la tele o jugaban a las cartas, mientras la niña solo
tomaba asiento en el sillón y los observaba, un día su amiga, necesito la ayuda de los dos en la casa, pero
por un inconveniente de la familia, tuvieron que quedarse solos.
Y allí están la pequeña, con el
joven adulto, observándose, a él le parecía una persona sorpréndete, tierna, de
tamaño pequeño, pero llena de energía, mientras que ella lo veía como un hombre
serio, al que le interesaba descubrir, dulce, aunque no lo demostraba, el típico
“Chico malo” de todas las películas de amor. Pero esto no era una película, se decía
ella, de repente el teléfono de ella suena, interrumpiendo sus pensamientos,
ella responde, era su nuevo novio, le dijo que terminaban ya que el solo estaba
interesado en su cuerpo y al ver que la niña no estaba dispuesta a dárselo,
pues ya no tenía ningún sentido, la niña con lágrimas en los ojos cuelga el teléfono,
dirigiéndose a la cocina, un poco
preocupado el chico se acerca, al tocarla, la niña reacciona, lo mira con una
sonrisa falsa y con los ojos llenos de lágrimas, el un poco molesto, la abraza
tiernamente de la cadera. Sus lágrimas comenzaron a caer, solo se escuchaba a
la niña llorar en aquella habitación.
Gracias a ello, comenzaron a ser
buenos amigos, ella comenzó enamorarse, pero no lo demostraba, mientras que el,
bueno tenia novia, le contaba las cosas que su novia le hacía y como se sentía,
la historia cambio un poco, cada vez que él iba a la casa de la mejor amiga, en
vez de observarlos desde lejos, el comenzó a incluirla en todo, un día la mejor
amiga de aquel joven le confeso, que la pequeña, estaba por cumplir años y quería
festejárselos, hacía más de dos años que estaba allí, viviendo con ella, ya la
tomaba como una hermana, Ámbar la joven de 23 años cumplidos organizo, una gran
fiesta para su pequeña amiga Magali, que en ese entonces cumplía 16 años,
invito a todos sus amigos ya que Magali solo la tenía a ella y a Matías, del
que tan enamorada estaba, al comenzar la fiesta de la forma que se trataban
comenzaron a darse cuenta los sentimientos que ella le sentía a él.
Era la primera vez que Matías la veía
arreglada, se dio cuenta, del buen cuerpo que aquella niña tenía, de cómo había
cambiado, la empezó a ver con otros ojos, pero estaba confundido, a pasar el
tiempo ella comenzó a ser más tierna con él, comenzaron a salir más, hasta que
un día al no aguantarse el deseo, Ámbar lo beso, su primer beso, fue uno
pequeño, dejándolo a él con ganas de más, pero el, al querer besarla, ella se
apartaba.
Sus historias comenzaron mal, sin
cariño, vacíos, para ellos la vida era una condena, y la droga una escapatoria,
pero como día de lluvia, al final siempre sale el arcoíris, el dejo a la novia,
y encontró una mejor, alguien que lo valoraba, que lo amaba, le daba alegría a
su vida, y ella gracias a él, dejo de
ser una niña, se convirtió en una mujer, él se había quedado con todo, su
primer beso, su primera vez, hasta se podría decir que su primer amor, gracias
a, el descubrió que es que se preocupen por ella, una llamada, una simple
pregunta, ¿Llegaste bien?, un simple buenos días, o, buenas noches, la hacían feliz,
descubrió que es el cariño. Gracias, a, el descubrió que es el vivir, y se dio
cuenta que la vida, si puede tener su final feliz.
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La vida puede tener un final feliz
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Oleh
Rushiana